jueves, agosto 11, 2011

Gritos De Histeria

Ya lo decía este hombre: El miedo es lo más contagioso que hay. WS.


El miedo se extiende como una epidemia. Basta ver unos ojos abiertos como platos, el temblor de manos, escuchar gritos, ver escenas desagradables, ver una columna de humo para que el miedo se contagie más rápido que la influenza, se extienda potencialmente alcanzando a un número increíble en cuestión de segundos. Cadena irrompible que solo se debilita con la lejanía del foco. Así, epidemia, pandemía. Una maldita viruela.

¿Qué le pasó a México que todos han comenzado a gritar?

Califiquenme de cínica, total, ya llevan tiempo leyendo esto. No soy ignorante y no es que no me importe la situación tan horrible de mi país, pero díganme ¿cuándo no ha sido así?

Se asustan por un allanamiento de morada a un escritor y qué han hecho en un asalto, qué carajos hacen cuando caminan por la noche en una calle sola, qué se hace cuando se ve la "bolsa" caer y desplomarse. ¿Apretar el paso, mirar hacía otro lado, decir que lo vieron, expresar su punto contrario echando pestes contra el mundo, dejar de salir por las noches?

Me choca el miedo, me choca el grito de temor, me choca que comiencen a gritar despavoridos porque hoy vieron las noticias, me choca que teman que les puede pasar lo mismo y tiemblen de miedo.

Antes de ponerme a echar madres voy a compartir una historiecilla de un profesor que me dejó mucho.

Había una vez (no es historiecilla si no empieza con estas tres palabras) un señor que vendía hot dogs en un puestecillo ambulante. Hacía los mejores hot dogs de la región y fue por esto que pudo mandar a su hijo al extranjero a estudiar una carrera de aquellas que hace que el pecho de los papás se infle como pez globo.

En una de esas, el hijo fue a visitar al papá y se pusieron a conversar de "temas importantes", el hijo mencionó a su padre que la economía del país iba en picada, que cada vez se pondría peor y después se marchó. El señor se quedó preocupado por aquello y previniendo una quiebra eminente comenzó a economizar en gastos: ya no compraba los ingredientes por calidad, sino por precio, el más barato, quería prevenir cualquier inconveniente en un futuro, como consecuencia sus hot dogs ya no sabían como antes y la gente dejó de comprarlos.

La situación iba empeorando justo como el hijo había previsto y el señor tuvo que dejar su puestecillo y conseguir un trabajo malpagado para sobrevivir, diciéndose a sí mismo "lo bueno es que mijo me previno"

Pequeños saltamontes, ¿Qué aprendemos de esta historia?

Saquen sus propias conclusiones, yo saqué las mías y las defiendo.

¿Una respuesta a la situación? Yo tengo la mía, ustedes busquen la suya.

La mía

Si creer en Dios te funciona, adelante. Si quejarte crees que  te funciona, adelante. Si preocuparte crees que te funciona, adelante. Si marchar con pancartas en medio del tráfico afectando a cientos crees que te funciona, muérete, en serio y no es broma, no puedes creer en una solución que afecte a terceros de una manera tan estúpida es en verdad una buena solución.

Pobres ingenuos que se creen vivir en el hoyo más negro y fétido de todo el mundo. Pobres ingenuos que creen que la epidemia y el cáncer solo se da en estas tierras. Pobres ingenuos que creen que la solución es tomar una maleta y largarse de aquí. Pobres ingenuos, pobres cobardes que esperan reunir a un gran número de inconformes para así poder iniciar una marcha y así iniciar una revolución (esto se conoce como mentalidad de hormiga: el número vence). Pobres idiotas, mejor dicho.

Diagnóstico.

Tenemos cáncer. Mejor dicho, ustedes mortales, tienen cáncer, yo ahora tengo gripa y estoy narcotizada y me di el tiempo de bajar a la tierra y ver un poco de los problemas. Nada ha cambiado, ahora se hace cínicamente, ahora nadie puede negar que los conoce, pero sí, están igual de jodidos.

You're fuck, my Son. Gabriel.

¿Van a morir? No, esta es una enfermedad crónica degenerativa que puede terminar en un ataque de psicosis colectiva provocando una parálisis o combulsión, dependiendo de la tolerancia, dependiendo el día de la semana, y quizás no pase a mayores si comienza su programa favorito de tv y olvidan esto.

Seguirán como hasta ahora, retorciéndose, arrastrándose, rascándose y desesperándose, matándose. Pero no se preocupen, la condición es mundial. Todos sufren de lo mismo.

¿Quieren un consejo? Dejen de tener miedo, carajo.

Coraje, señores, coraje es lo que deben de tener. Hemos llegado a un punto en que la fe es para iglesias, la fe es para las hadas, la fe es para le gente que cree que rezando, que quejándose y persignándose van a cambiar al mundo.

Coraje. El coraje da valor, el coraje es un buen antídoto contra el miedo y la estúpida parálisis que este provoca. El coraje hará que no teman que un día allanen su casa, sino que teman por las almas que se atrevan a tocar un pelo de sus hijos, de su familia, de su sacrosanto hogar. El coraje te hace tomar las decisiones que por miedo no tomas.

Coraje, señores, CO-RA-JE, les digo.

Oh ¿pero qué pasa si nos matan con esas enormes metralletas, qué pasa si nos va peor si nos enfrentamos nosotros solitos contra esos enormes seres? Jebús! no quiero morir acribillado con el cuerpo destrozado.

Los que generalmente piensan así no saben que en el momento en que sufren una injusticia, desde el momento de que estos seres que entran con metralletas y ponen un pie en el umbral de su hogar les han declarado una guerra, no saben que si pasan de esa noche sin llevarse a un agresor entre los pies o planear algún tipo de "remuneración" ya están muertos, son cadáveres que tiemblan de miedo y que lo harán por el resto de sus vidas.

¡Oh, pero somos pequeños e indefensos! ¿Cómo puedes pedir cosas así?

Voy por lo racional.

¿Cómo carajos creen que se ataca un cáncer? Con miedo, agachando la cabeza, rezando, tomando maletas y largándose de país (bueno, muchos lo hacen) ¡No! un cáncer se ataca con quimio que puede hacernos palidecer, que puede hacernos sentir peor y no es la mejor cura, pero no tenemos otra cosa hasta ahora. Un cáncer se ataca arrancándolo, así, señores, ¡Arrancándolo! y si no es suficiente, entonces nos morimos con el enemigo en las entrañas.

Podemos elegir ya no hacer nada cuando sabemos que no tiene cura, aceptarlo sin ponernos a gritar como histéricos, pero aquellas personas que mueren con el cáncer se van con una sonrisa en el rostro, porque el enemigo muere con ellos... a menos que lo hereden a la siguiente generación (como ocurre con el país) entonces se presenta la misma batalla, con el mismo enemigo.

Observación bajo microscopio. 40x.

Observen detenidamente. El cáncer es la mejor forma de describir la enfermedad del país. De cualquier país, de este y de los demás. No sean tan narcisistas como para creer que son los únicos que la pasan mal. Vean una hora las noticias y lo sabrán.

Ahora que ponen esta analogía en el microscopio, díganme, si una persona tiene cáncer, un cáncer maligno e infernal e incurable y si junta a amigos y familiares ¿puede dejar de tener cáncer?, y si contrata a los matones mejor armados ¿puede dejar de tener cáncer?, y si se va al extranjero ¿puede dejar de tener cáncer?, si cree en Dios ¿puede dejar de tener cáncer?, si se queja del gobierno y hace marchas ¿puede dejar de tener cáncer?

No, señores, la lucha contra el cáncer es personal, pero sobre todo, solitaria. Pueden necesitar, pedir y recibir apoyo, pero únicamente ustedes entrarán al quirófano, únicamente ustedes serán rociados de radiactividad.

Ahora ajusten a 80x y no parpadeen.

Tienen un enemigo, un enemigo tan enorme que no lo ven porque cubre enteramente cualquier luz. Tiene un enemigo poderoso y parece ser indestructible. Parece.

Observen con cuidado. El enemigo no es un Dios, el enemigo es tan mortal como tú, como ustedes, ergo puede morir. El enemigo es enorme, ustedes pequeños, puede aplastarlos, sí, pero no dejan de ser ambos mortales. El enemigo también puede sentir miedo, el enemigo puede temer más por su vida que ustedes mismos porque el enemigo tiene enemigos, grandes y enormes enemigos.

Uno no va y dice, Oye, Enemigo, me caes mal, te voy a atacar; Oye Enemigo, cuidado y entres a mi casa porque te saco. 

Pueden morir, pero hombre ¿es tan trágico? todos morirán algún día, todo depende de la forma en que lo hagan, el porqué lo hagan.

No pido soldados suicidas, pido soldados valientes.

"Todo consiste en morir, Dios mediante, cuando uno quiera y no cuando él lo disponga." Pedro Páramo. Juan Rulfo.

Mortales preocupándose por su mortalidad, viviendo muertos de miedo. ¡Qué contrariedad!

Ahora, vayan pequeños saltamontes, vayan a saltar y a saltar antes de que les de miedo hacerlo.