Tengo una pantalla en blanco frente a mí que a mi gusto se parece un poco al lugar donde fue desterrado Jack Sparrow por David Jones, solo que sin barco, sin arena y sin sombrero. El cursor parpadeando lentamente, exasperado, quizás hasta aburrido de crear y borrar al instante ideas que no se pueden llegar a completar, que no toman forma especifica y que mutan en uno y a otro sentido a cada segundo tal vez planea cómo sabotear de antemano el escrito.
Uno podría creer que con tener lápiz y papel puede llegar a crear mundos enteros. ¿Me pregunto si a Dios le ocurrió algo parecido?, ¿y si creó al hombre por aburrimiento?, ¿y si todo esto comenzó con un "qué tal sí"?
Yo misma he creado historias que comienzan con un "Que tal sí..."
Que tal si Dios aburrido dentro de su perfección imposible creó una colonia de hormigas para matar al tiempo infinito. ¡Qué gran paradoja! Matar un tiempo infinito, es como matar a Dios mismo.
"No jure contra el tiempo, apá, que jurar contra el tiempo es jurar contra Dios"
Cuanta razón tenía Silvano Cruz.
Y entonces vienen las dudas existenciales ¿Qué fue primero, Dios o el tiempo, Pedro Infante o la época dorada del cine mexicano, Justin Bieber o la estupidez adolescente? Bueno, creo que lo último todo mundo sabe la respuesta.
Uno puede crear las mejores cosas debido al aburrimiento, o cometer los peores errores de la vida, fue por eso que preferí abrir una página en blanco. Crear a alguien es muy jodidamente complicado, como la vez que cree mi primer pan francés y termino como chilaquil. Lo peor fue que me lo tuve que cenar. Devorar nuestras creaciones tampoco es fácil, tal vez es por eso que Dios prefirió jalar la cadena del drenaje y que nos fuéramos por una tubería a tragarnos, tendría que tragarse sus errores. Literalmente.
Que tal si somos solo una mala broma de Dios para con su hijo:
"Mira hijo, creé ala humanidad, ahora ve alimpiar los pecados de estos, deja que te crucifiquen y al tercer día regresas para celebrar tu triunfo" ¿y cuál fue el resultado? Llega Jebús todo madre... crucificado y al mirar a su padre lo encuentra muriéndose de la risa y mira hacía atrás y ve que aquello, su intervención trajo una ola de convertidos fanáticos que lo convirtió en estandarte de sus fechorías.
¡Ay no, de nuevo con los problemas religiosos!
Que tal si somos la venganza de Zeúz contra Jebús. Que tal sí todo esto lo escribí para evitar dormirme en el trabajo.
Que tal si mañana comienza el apocalípsis zombie y yo sin practicar mi tiro a la cabeza.
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