Todo mundo dice que esto días son para dedicarlos a reflexionar, a hacer consciencia del gran sacrificio de Jebús para con toda la humanidad, y después de darse unos cuantos golpes de pecho se dan la media vuelta y se alistan para disfrutar de los escasos 4 días de descanso, y en el mejor de los casos de las dos semanas completitas, pero ese, obviamente, no es mi caso.
Después de dos horas de zapping el viernes y ver todas las versiones de la vida de Jebús, así como los diversos títulos en los que el tema es el mismo pero en diferentes palabras llegó a un número insospechado, después de ver lo difícil que es conseguir jamón para un sandwich decente en un viernes "santo" me di a la tarea de reflexionar sobre estos días.
No sé de qué manera lo tomen los demás ateos o los de otras doctrinas religiosas, pero eso de representar la misma muerte cada año bajo un sol abrazador y que la gente "religiosa" se da a la tarea de asistir como si fuera el desfile de navidad organizado por Coca-Cola donde para mí no es mas que puro morbo me parece una de esas costumbres enfermas, igual que la costumbre de "cocinar para el marido", whatever.
Ahora bien, cualquiera puede elegir la forma de vivir pero al parecer eso se transformó a elegir la forma en cómo quiere ser torturado, aunque eso no es el tema del post.
Creo, amigos creyentes, que lo importante de estas fechas es buscar un lugar realmente fresco donde poder recordar el porqué se empeñan en no incluir en su dieta carne para mantener una buena salud.
Bueno, ya en serio. La intención del post es recordar los duros y difíciles inicios del cristianismo, y con difíciles me refiero a las situaciones que provocaron al intentar implantar su religión como la única. Todas las matanzas, persecuciones, el nacimiento de varias asociaciones secretas con el único fin de derrocar una ideología que amenazaba con convertirse en cáncer de la humanidad, y que hasta ahora solo ha sido eso, un cáncer.
No ha habido una etapa de la historia del cristianismo en la que en su intento de implantar su misma ideología no haya habido violencia y muertes, no importa dónde le busquen, al parecer es la única forma en que pueden "convencer" a los demás de su "verdad".
Y todo esto ¿porqué ahora? se preguntarán, después de una semana de los acontecimientos religiosos, es simple; este fin de semana vi Agora con Rachel Weisz la cual recomiendo ampliamente, una buena película que nos muestra aquella cara del cristianismo que no se conocía, porque todos hablan sobre los pobres creyentes que se escondían para practicar su religión cuando esta era prohibida y todos los sufrimientos que soportaron con tal de defender a su Dios y bla, bla, bla; pero se olvidan de decir de aquella parte en que su religión comenzó a tomar importancia, en donde sus "discípulos" comenzaron a propagar y dar a conocer a su Dios de una manera poco "irresistible".
Me molesta el hecho de nuestro pueblo es muy creído, que por estas "fechas religiosas" me saquen de la biblioteca a las 6 de la tarde cuando voy en lo más interesante de mi libro, pero sobre todas las cosas, me molesta el calor por la noches que no me deja dormir.
Yo no sé ustedes, pero creo que representar el asesinato del mismo hombre año tras año es algo idiota y enfermo.
PD1: ¿La idiotez es una enfermedad, o se consideran males separados?
No sé de qué manera lo tomen los demás ateos o los de otras doctrinas religiosas, pero eso de representar la misma muerte cada año bajo un sol abrazador y que la gente "religiosa" se da a la tarea de asistir como si fuera el desfile de navidad organizado por Coca-Cola donde para mí no es mas que puro morbo me parece una de esas costumbres enfermas, igual que la costumbre de "cocinar para el marido", whatever.
Ahora bien, cualquiera puede elegir la forma de vivir pero al parecer eso se transformó a elegir la forma en cómo quiere ser torturado, aunque eso no es el tema del post.
Creo, amigos creyentes, que lo importante de estas fechas es buscar un lugar realmente fresco donde poder recordar el porqué se empeñan en no incluir en su dieta carne para mantener una buena salud.
Bueno, ya en serio. La intención del post es recordar los duros y difíciles inicios del cristianismo, y con difíciles me refiero a las situaciones que provocaron al intentar implantar su religión como la única. Todas las matanzas, persecuciones, el nacimiento de varias asociaciones secretas con el único fin de derrocar una ideología que amenazaba con convertirse en cáncer de la humanidad, y que hasta ahora solo ha sido eso, un cáncer.
No ha habido una etapa de la historia del cristianismo en la que en su intento de implantar su misma ideología no haya habido violencia y muertes, no importa dónde le busquen, al parecer es la única forma en que pueden "convencer" a los demás de su "verdad".
Y todo esto ¿porqué ahora? se preguntarán, después de una semana de los acontecimientos religiosos, es simple; este fin de semana vi Agora con Rachel Weisz la cual recomiendo ampliamente, una buena película que nos muestra aquella cara del cristianismo que no se conocía, porque todos hablan sobre los pobres creyentes que se escondían para practicar su religión cuando esta era prohibida y todos los sufrimientos que soportaron con tal de defender a su Dios y bla, bla, bla; pero se olvidan de decir de aquella parte en que su religión comenzó a tomar importancia, en donde sus "discípulos" comenzaron a propagar y dar a conocer a su Dios de una manera poco "irresistible".
Me molesta el hecho de nuestro pueblo es muy creído, que por estas "fechas religiosas" me saquen de la biblioteca a las 6 de la tarde cuando voy en lo más interesante de mi libro, pero sobre todas las cosas, me molesta el calor por la noches que no me deja dormir.
Yo no sé ustedes, pero creo que representar el asesinato del mismo hombre año tras año es algo idiota y enfermo.
PD1: ¿La idiotez es una enfermedad, o se consideran males separados?
3 comentarios:
Wiiii, Agora!!! Si, fue un poco traumatica la parte en que los cristianos entran a la biblioteca de alejandría (si era esa, no??) y hacen quemazón de libros "paganos" ¬¬
Pero bueno, esas costumbres de querer imponer una religion o ideologia a fuerzas es una historia casi tan vieja como la humanidad misma. Y aunque soy creyente reconozco que mi iglesia como entidad es peor que niño hiperactivo comiendo chocolate.
Mucho peor, Lobita, mucho peor.
Saludos.
Excelente post :) marcia
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