jueves, abril 07, 2011

Los Enemigos

Esto de la amistad es una relación muy curiosa. Por lo menos para mí lo es.

El ser humano tiene esta necesidad de crear lazos con sus semejantes (y no tan semejantes) para que de algún modo no se sienta solo. Lazos fuertes como los de "eres mi alma gemela", los no tan fuertes "te hablo porque somos de la familia", los débiles: "te aguanto porque eres mi jefe", los que son lazos con espinas: "te odio más que al reggeton", lazos de conveniencia: "acuérdate de mí cuando seas el jefe" y entre estas variantes esta el de la amistad que puede llegar a ser muy fuerte, pero como todos los anteriores, igual, puede romperse y generar su inverso proporcional.

El contrario natural del amigo, obviamente, es el enemigo, pero no un enemigo cualquiera. Alguien puede llegar a odiarte en cuanto te ve, algo así como Draco y Harry, quienes les bastó unos cuantos comentarios para odiarse mutuamente, de estos esta poblado el universo, son algo así como enemigos superficiales o los que viene por default, pero los enemigos que anteriormente fueron amigos, de estos es de los que tenemos que temer.

En cuanto establecemos una relación de amistad al mismo tiempo sembramos una semilla de algún némesis para nuestra vida, semilla que, si todo funciona bien y continúa o termina como debería, nunca muestra su fruto, pero si algo en la relación acaba o rompe de manera abrupta, la semilla deja salir su yo interior, porque en la amistad esta aquello de confiar. Confiar secretos, confiar costumbres, confiar deseos, confiar incluso nuestra persona y como bien dicen: Información es poder.

Ejemplos de estos los tenemos bien claros, la relación Kent/Luthor es una muestra clara de ello, pero ellos no fueron los que me inspiraron a venir y teclear todo esto, sino la relación Assange/Domscheit-Berg. El segundo ha publicado un libro llamado "Dentro de WikiLeaks" y aunque en dicho texto cuenta una supuesta demencia de Assange (que ahora pido que levante el pie derecho quien se crea totalmente cuerdo) dice que no es para desprestigiar a su ex-amigo.

Creo firmemente en la privacidad, todos tenemos derecho a guardar un poco de nuestra vida para nosotros mismos, otros tienen derecho a exponerla. Lo que Assange ha hecho con WikiLeaks lo hacen los Hackers: Libre información, porque hay cosas que todos deberíamos saber, tener conocimiento. Según Domscheit-Berg dice que se perdió el objetivo original de WikiLeaks, pero para eso está él, para volver la información al buen camino en su propio portal, pues antes de abandonar WikiLeaks se llevó un buen tajo de información para crear la leal competencia: OpenLeaks.

Como sea, se demuestra que la amistad tiene sus consecuencias porque no se trata de elegir bien, sino a veces hay que tener cuidado en las envidias que se pueden despertar incluso en aquellas personas que estarían para compartir los logros, como sea, el ser humano tiene la habilidad de hacer de algo bueno, algo malo. Es como un don, supongo, inevitable.

Reportaje: Clic Aquí.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Hola de nuevo!

Estoy de acuerdo con lo de los lazos, una vez leí que lo contrario al amor no es el odio sino la indiferencia, ya que cuando odias a alguien, le estas dando importancia. Entiendo lo que dices porque Tuve, o creí tener, “amigos” a quienes platiqué cosas importantes, y que después hablaron de lo que yo les había confiado. Intento no despreciarlos, sino serles indiferente, pero para ello es necesario haber superado la situación. Pero lo que acabo haciendo, impulsada por mi esnobismo insoportable (que yo sí soy BASTANTE snob), es intentar continuamente de demostrarles modesta superioridad… Creo que soy un poquito competitiva.

Aún así, había pensado este mismo tema de forma inversa, que una persona a quien consideramos “enemigo”, podría más bien ser un amigo que no conocemos, alguien a quien no entendemos lo suficiente aún…

Saludos.

Mar dijo...

Tu idea es como un negativo de la mía y es buena, jamás había pensado en esa posibilidad.

Haces bien al mostrarte indiferente y "modesta" es lo que más puede joder al enemigo, digo yo.