martes, noviembre 15, 2011

Monopatín

Siempre me he topado con argumentos o historias que tratan de respaldar las "misteriosas maneras" de actuar de Dios (Dios cristiano, aclaro), de esas tipo moraleja que sueltan cuando a alguno se nos ocurría preguntar "¿Por qué?", y a veces, tales historias te hacían ver un poco de luz en un túnel que habías decidido empezar a explorar haciendo tales preguntas.

Ahora que he leído poco sobre mucho, me he percatado que aquellas historias que trataban de dar significado a lo insignificante no eran más que pequeños focos en el túnel, porque si hablamos de luz, nada para alumbrar que el intelecto propio, fuente inagotable de energía para aquellos a los que nos gusta fastidiar con tantos "¿por qué?" como podamos usar en  una conversación, por tal motivo pensando en tales pasadizos y túneles recordé una historia que leí hace tiempo que ejemplifica perfectamente lo que trato de explicar, por tal motivo paso a lo que sigue:

...
-Padre- dijo Chartrand-, ¿me permite una pregunta rara?

El Camarlengo sonrió.

- Sólo si puedo darle una respuesta rara.

Chartrand rió.

- He preguntado a todos los sacerdotes que conozco, y aún no lo entiendo.

-¿Qué le inquieta?

Chartrand respiró hondo.

-No entiendo lo de benévolo y omnipotente.

El Camarlengo sonrió.

-Ha estado leyendo las escrituras.

-Lo intento.

- Está confundido porque la Biblia describe a Dios como una deidad benévola y omnipotente.

-Exacto.

-Beneévolo y omnipotente significa simplemente que Dios es todopoderos y bienintencionado.

-Entiendo el concepto. Es que... parece qeu hay una contradicción.

-Sí. La contradicción es el dolor, la guerra, enfermedades, hambre, ...

-¡Exacto!- Chartrand sabía que el Camarlengo le comprendería- Ocurren cosas terribles en este mundo. La tragedia humana parece la prueba de que Dios no puede ser todopoderoso y bien intencionado al mismo tiempo. Si nos ama y cuenta con el poder de cambiar nuestra situación, podría ahorrarnos el dolor, ¿verdad?

El Camarlengo frunció el seño.

-¿Qué quiere decir?

-Bien, si DIos nos ama y puede protegernos, debería hacerlo. O es omnipotento e indiferente, o benévolo e incapaz de ayudarnos.

- ¿Tiene hijos, teniente?

Chartrand se ruborizó.

-No, signore.

-Imagine que tuviera un hijo de ocho años... ¿le querría?

-Por supuesto.

-¿Le dejaría utilizar un monopatín?

-Supongo que sí- dijo Chartrand-. Claro, le dejaría utilizar el monopatín, pero le diría que fuera con cuidado.

-Como padre de ese niño ¿le daría un buen consejo básico, para luego dejarle marchar y cometer sus propios errores?

-No correría tras él y le mimaría, si a eso se refiere.

-¿Pero y si se cayera y se raspara la rodilla?

-Aprendería a ser más prudente.

El Camarlengo sonrió.

-Por lo tanto, aunque poseyera el poder de intervenir e impedir el dolor de su hijo, preferiría demostrarle su amos dejando que aprendiera por sí mismo, ¿verdad?

-Por supuesto. El dolor es algo inherente a la madurez. Así aprendemos.

El Camarlengo asintió.

-Exacto.

Ángeles y Demonios. Dan Brown. pp 398-399.

A muchos se les estará ocurriendo tantos argumentos para echar abajo tal historia que pueden pensar que el libro no vale la pena, "si está así un capítulo, ni quiero imaginarme leer todo el libro"

Lo cierto es que el libro bien puede tratarse como un tipo de lectura ligera y aquella aversión contra los Best Seller puede no ayudar a apreciar el escrito, pero despreciar a los Best Seller es ser Snob con los libros. Nadie debe ser Snob con un libro, y este en particular es muy interesante y entretenido... y ya me desvié del tema.

Bueno, pequeños saltamontes, quiero para mañana sus argumentos en contra y a favor al respecto de este fragmento.

Ahora vayan a saltar al monte.

7 comentarios:

Reinhardt Langerhans dijo...

Caracolines rancios [ya te percatarás que mi uso del español es algo rimbombante], no recuerdo tal fragmento en la obra de Dan Brown, pero ahora que me haces releerla me llegó a la mente el problema del mal de Epícuro, llegué incluso a pensar que a eso querías llegar con la cita al libro que hiciste, pero nel pastel.
Ahora, hay dos caminos (si no es que omito otros tantos):
1.- Dios está más allá de nuestro entendimiento. Que haga lo que se le antoje con nosotros que básicamente somos creación suya. Algún día sabremos el por qué de sus menesteres [espero]
2.- Dios está más acá de nuestro entendimiento y aunque hay varias ideas y postulados que podrían definirle, seguro que eso no sería del todo provechoso. Véase el problema de las religiones; todos creen tener la razón y por eso, se justifican muchas cosas no bonitas [suspiro]
Ahora, yo creo que "en esta vida no hay luz sin oscuridad" {tomado de una canción de Mägo de Oz} y que el mal es un mal [sic] necesario. ¿Cómo saber qué es lo que eres? Fácil, percátate de lo no eres. Y, caramba esto va a mucho camote y rollo, ahora habría que definir qué es el mal y en esos campos hay muuucha discrepancia: Tu "bueno" puede ser mi "malo" y viceversa. Nadie tiene enteramente la razón.
Concluyo mi pequeño intento de ensayo con que quizá Dios no es ni bueno ni malo. Sencillamente ES lo que ES. Las etiquetas que nosotros humanos ponemos están de más.
Gracias :3
[Aplausos]

Mar dijo...

Hola, Reinhardt.

Entiendo la confusión sobre el propósito de la cita mencionada, más aún porque al final no llegué a nada en concreto, principalmente por distracciones que no tenían nada qué ver con el tema, anyway...

Lo que mencionas de Epicuro podría abarcar más de un post para su discusión pero no quiero impregnar mi blog con olor a hierba, o por lo menos no todavía.

El dilema que trata de abarcar el post no es tan enorme como lo que señalas, y aunque tus argumentos son buenos, como tu lo mencionas, son altamente relativos, básicamente porque no tenemos una línea marcando lo bueno y lo malo. Incluso se podría llegar a la conclusión de que para Dios sólo somos su canal de tv abierta.

La pregunta es la siguiente: ¿Quedas totalmente satisfecho con la explicación que da el Camarlengo al teniente Chartrand?, es decir: ¿Es suficiente?, ¿La comparación de un hijo con un monopatín es directamente proporcional a nazis con una bomba atómica? Porque el principal problema al que nos enfrentamos con dilemas religiosos son los argumentos que se usan para tener la razón, muchos de ellos con excelentes bases, otros solo son confusos o desproporcionados.

No es que quiera iniciar guerras idealistas solo fomentar el uso de la mayéutica para promover la razón de forma sarcástica e irónica que haga reír a más de uno.

Gracias.
*También me aplauden*

Reinhardt Langerhans dijo...

Boom... respondiendo a tu primera pregunta, sí. Parece que los similes de metáforas me llegan bastante fácil, pero ahora que veo la segunda veo que mi respuesta a la primera se ve mermada.
Así que tomando la comparación [que es un recurso delicioso a mi parecer], siento que no es lo mismo hablar de niños que de nazis, concuerdo contigo. ¿Pero es necesario entrar en camotes religiosos para convencer a alguien más de tu postura? [Oh, aquí vamos de nuevo...]
Vaya, que no todos somos testigos de jehová ni vamos de casa en casa para decirle a todo el mundo que nuestra visión epifánica-nirvanosa post noche de churros es la única, universal y verídica que existe y existirá; así los grupos que quieren someterte a pensar que Dios [o lo que sea a quien rindan culto] es "A", sólo "A" y estrictamente "A"
Si los argumentos religiosos son mucho problema y meollo mejor sería tener un letrero en casa que rece: "No jodas con tu religión y no joderé con la mía" Creo que es válido tener cualquier concepto o idea de Dios [sí... Unicornios Rosas Invisibles y MONESVOL incluidos] siempre y cuando no andes molestando a los demás con "justificaciones divinas" en tus actos.

O bueno... ¿discrepará algo usted? :)

Gute Nacht, Mar
Morgen lese ich dir n.n
Auf wiederschreiben!

Mar dijo...

Oh, no te preocupes, Reinhardt, que no obligo a nadie a leer lo que no quiere leer y aunque estaría perfecto un letrero como el que mencionas, dónde quedaría la diversión de abrir la puerta a personas indeseadas.

El objetivo del blog no es convencer a alguien de mi postura o lavar cerebros o hacerlos a todos pastafaristas ni nada por el estilo, sino el simple y sencillo propósito de quejarme, (soy bastante quejumbrosa) no necesariamente con temas religiosos aunque al inicio se empezó con esto debido a que soy un imán para personas con el objetivo de fregarme la existencia.

Sé que las últimas entradas se enfocan a un solo grupo religioso, no porque crea que todos son así, sino porque dentro del blog hay una sección que habla sobre Sectas, la cual en su siguiente entrega se enfoca en este grupo en particular y esto es como una forma de introducción a lo que vendrá.

PD. Para mayor información sobre los objetivos y propósitos del blog te recomiendo leer la segunda entrada de enero: "Propósitos" para un mejor entendimiento.

"Whatever it is, I'm against it."

Aplausos, por favor.

Anónimo dijo...

-aplausos, aplausos!
Hola Marcia!

A ver, si no vamos a ser snobs con los libros, entonces CON QUE?

Yo creo que si vamos a ser snobs, debemos serlo SOBRE TODO con los libros. Obviamente, esto no significa que no leeremos libros para el vulgo, digo, best sellers, sino tan sólo que los negaremos. Es más, lo admitiremos sólo para criticar una trama predecible o tema superficial o inferioridad literaria o personajes que caen mal o lo que se nos ocurra inventar. Jajaja ntc

Sobre el tema… si. Probablemente esta historia explica el origen del mal por medio del libre albedrío. El mal como algo creado por decisión nuestra, no por Dios. Disiento, pues presupone una exagerada libertad que no atribuyo al ser humano.

He preferido concentrarme en su imagen especular, esto lo explicaré con un cuento similar: Un hombre ve en la calle a una niñita que tiembla de frio y sufre hambre. Enojado, pregunta “Dios ¿por qué no haces algo?”. Por la noche, Dios le responde de pronto: “Te hice a ti…”

Me gusta mucho el minicuento anterior; aunque igualmente se basa en el libre albedrío, descubro cierto contraste: su propósito NO es justificar la existencia del mal (como se percibe en el fragmento de Brown), sino renovar la conciencia de nuestro poder para bien sobre el destino de los demás.

Heráclito decía que “Dios es día y noche, es el hambre y es la abundancia, es la guerra y es la paz”. Esto tal vez sea inadmisible para alguien que no puede concebir la idea de un Dios TOTAL. Pero Él es al fin nosotros mismos, que somos el problema y somos la solución. Yo admito que Dios sea también el “mal”, como nosotros lo somos. Pero aun así creo que Rosseau tenía razón: que la auténtica naturaleza del ser humano está en el bien.

Dankon!

Mar dijo...

Hola Ana Eel!!, gracias por los aplausos.

Hay que ser snob con la gente, CON LA GENTE... bueno, a veces también con ciertos libros.

Me encanta la idea de negar ciertas lecturas, también lo aplico a películas y música.

Entrar en cuestiones de libertad es entrar en todo un mundo. Un libre albedrío completo y en toda la extensión de la palabra podría incluso asustar. Alguna vez me dijeron que inconscientemente todos hemos salvado o causado la muerte de alguien sin saberlo (o lo haremos algún día).

No me gusta mucho la idea de que todos los movimientos que hago, el camino que ando ya está planeado y que simplemente soy un ratón en un laberinto de cristal andando por el camino señalado. A parte de ser una idea que causa claustrofobia me pregunto dónde queda el Yo y lo que soy, puesto que soy lo que hago y lo que pienso, el pensamiento de que el libre albedrío es limitado, quiere decir que "algo" me hace... Puff!! un mundo de ideas.

Sobre tu historia es buena, sencilla y mejor que la de Brown, y aún así creo que presenta la misma falla. Discutir sobre si Dios en verdad hace algo por nosotros a través de nosotros de algún modo lo hace innecesario e inútil.

Tu pensamiento sobre la dualidad, muy maniquea toda ella, me recuerda a ciertas creencias sobre la Diosa madre. La dualidad siempre, el equilibrio universal y una fuerza natural que no daña por dañar ni hace el bien por ayudar, solo es una fuerza que ayuda a un equilibrio total y absolutamente necesario. Para ser sincera, esto me parece sumamente lógico y confortante.

Saludos y gracias por comentar.

Por cierto creo que Rosseau tiene que definir qué es el bien.

Anaxícrates dijo...

Hola. Es la primera vez que participo y voy a ir derechito a tu pregunta. La respuesta es NO, no estoy satisfecho con la respuesta, porque nunca dejaría a un niño (no ya a mi hijo) subir a un monopatín si supiera que de un accidente se le amputaría un brazo. El problema con este sofisma es "lo infinito del mal". Se puede aprender de un golpe o de una situación en particular, pero ¿Qué aprende una mujer violada de una violación? ¿Qué aprende el violador? Si Hitler considerando que los judíos eran excesivamente ávaros y ricos se habría limitado a confiscarles parte de la renta podría creer en que la enseñanza del Camarlengo tiene algún sentido, pero no, sabemos que se torturó y asesinó a límites insólitos ¿Qué pudo haber aprendido un torturado sobre su propia conducta? ¿Aprendieron algo los nazis de sus crímenes?
Sigo pensando que el palnteo de Epicuro tiene siglos de ser correcto, si no se lo quiere reconocer es porque seguimos conservando las falsas ilusiones de que somos "creaciones especiales".