miércoles, noviembre 03, 2010

Sanada

Por lo regular soy resistente, de esas personas que no suelen enfermarse. Incluso la gripa viene a ser algo novedosos en mí. Si quitamos de mi historial médico la intolerancia al calor soy tan resistente como langosta.

Los males que suelen atacarme, o que me hacen desear no haber nacido y pedir perdón por mis pecados son los ataques de migraña y la fiebre (¿puedo incluir las resacas?), la primera por lo regular es causa del calor y en verdad me hacen sentir fatal, por lo regular odio aquellos episodios y envidio a los pingüinos. Los pingüinos cuerdos, no aquellos de Madagascar, aunque supongo que la selva no es tan mala. En la selva suelen haber muchas sabandijas. Sabandijas me suena a sábanas con rendijas. De eso se deriva quizá las ropas desgarradas de los nativos de las selvas. Eso creo yo.  Estoy desvariando.

El lunes me dió un intento de ataque de migraña. Sentía un dolor punzante en el área del ojo izquierdo, después se estaban juntando unas nauseas y quizá temperatura. Yo iba a salir por la tarde, pero como sabrán, mis planes siempre se joden. Bueno, igual salí, pero no voy a hablar de eso.

A lo que venía. Mi casera se presentó y se dió cuenta de mi deprorable estado físico y tras referirle más o menos mis síntomas me tomó la mano derecha y la presionó con su dedo pulgar en índice; con otra mano me presionó algún punto en  mi nuca y me ordenó respirar lentamente. El dolor disminuyó considerablemente.

Hizo lo mismo con la otra mano mientras yo respiraba lentamente y el dolor siguió disminuyendo, aunque sin desaparecer.

Dijo que se debía a un intenso estrés y que ahora que tenía tiempo de relajarme todo el cansancio se me venía provocando el dolor de cabeza. Me sorprendió aquellas técnicas alternativas para tratar los dolores y se me ocurrió pensar en voz alta: "¡Vaya!, Sí sirve" dije asombrada por la mejora instantanea.

La casera lo tomó de otra forma, porque mientras me presionaba aquellos puntos iba murmurando algo que adjudiqué era algún tipo de oracón ya que tiene la costumbre de decirme: "Que Dios te bendiga, hija" cada vez que me ve y se nota que es muy religiosa.

De inmediato comenzó a soltarme algún sermón, porque de algún modo sabe que no soy muy creyente o devóta y adjudica que la eficiencia de sus técnicas anti-dolor es por algún don dado por el Seños Jebús y que por su obra y gracia divina me quitaba el dolor. No dije lo que pensaba realmente, pero es un hecho que todos saben que la magia viene realmente de aquellos puntos de presión precisos que pueden hacer que cualquier extraño sabiondo de tal técnica tome el contro de tu cuerpo (como en la película de El Beso Del Dragón donde Jet Li es un experto de acupuntura y hace magia con sus pequeñas y delgadas agujas).

Supongo que ignora que aquellos "dones", en tiempos antiguos, eran causa de condena de una muerte en la hoguera, porque según la Santa Biblia, aquellos dones sólo los daba Satán, o alguien por el estilo.

Después de que se fue a los diez minutos el dolor volvió con la misma intensidad, fue entonces que supe que tal vez sigo sin agradarle a Jebús por permitir que aquella tortura volviera a mi. Igual y supongo esperaba algún tipo de redención de mi parte. ¿Quién sabe?, sus caminos son misteriosos ¿no?, ¿cómo rayos voy a saber lo que en verdad quiere? Si quiere demostrarme que existe por qué no me hace levitar o ya saben, la prueba que pedía Woody, la del dinero en el banco, supongo que si lo hiciese no seguiría renegando.

¿Quién necesita de quién? debería de aprender de Zeús, creyó que por ser Dios no nos necesitaba y ahora sólo es mitología. Aunque me agrada el sujeto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estas técnicas se explican en neurociencias mediante la "teoría de la compuerta", aun no totalmente comprobada. Básicamente se trata de "distraer" al sistema nervioso con un estímulo mas intenso o inmediato que la sensación dolorosa...

http://bitacoramedica.com/weblog/2010/07/raices-historicas-de-la-teoria-de-la-compuerta-del-dolor/

PD. Ya veo a q' te referias con lo de cambiar de rumbos :). Pero, si aún te interesa medicina, nunca es tarde para el llamado :D...

Mar dijo...

Distraer al sistema nervioso... es algo así como lo que hace House en el capítulo en que le duele demasiado la pierna por dejar el Vicodim y se da un golpe en la mano, según dicen que el cerebro le presta atención al dolor más intenso.

Mi problema, bueno, uno de tantos, es que me interesan muchas cosas. Me encantó medicina pero ahora intento enfocarme en uno principalmente sin dejar completamente a todos de lado, pero en fin, a ver qué se me ocurre después.