Apariencias

¡¡Vamos a jugar un juego!!

Ok, la historia no comienza así, pero lo voy a presentar a forma de relato ficticio para no ofender la integridad intelectual de ciertas personas.

"Vamos a jugar a que soy parte y seguidor de la luz del universo, que lo sé todo, que en un día con aburrimiento se creó lo que años después se convertiría en la más grande corriente religiosa... así como en el origen del Pastafarismo, pero no hay que tomar mucho en cuenta qué tan zafada e ilógica sea, ya sabes, como parte de un juego."

Yo miré con cara de aburrimiento a la interlocutora que había tocado la puerta en domingo por la mañana. Su atuendo era demasiado elegante para las diez horas del día, una falda de color verde tono friega-retina, una blusa turquesa y una gran sombrilla floreada. En el rostro llevaba una sonrisa tipo Ju Di de avatar y deduje que tal vez, al igual que las Ju Di de la caricatura también le habían lavado el cerebro, pruebas de esto:

-La sonrisa permanente en el rostro (igual prodría haber sido un efecto secundario del botox, pero era demasiado joven para ése tipo de cirujias)

-El atuendo similar al de sus compañeras.

-La voz aparentemente, llena de alegría.

-La persistente manera de hablar y de convencerme de la existencia de algún ente cruel disfrazado de un gran Dios misericordioso.

"Mejor juguemos a que yo soy una jovenzuela con sueño y hambrienta y que usted es una mujer mayor con un poco de cerebro como para seguir manteniendo una sonrisa a estas horas de la mañana, que usted comienza a fijarse en los folletos que trae en la mano en donde por lo regular hay imágenes de personas en aburridos paraísos, conviviendo con pumas que al parecer se volvieron vegetarianos porque juegan con bebes sin verlos que están hechos de carne.

También podemos jugar a que me gusta dormir unas cuantas horas y que usted considera que en vez de tocar puertas decide hacer uso del órgano sobre su cabeza e ir a pasar con su familia un lindo domingo viendo el televisor o leyendo algún libro que valga la pena, o jugando un partido de ajedrez si es cuestión de pedir, vámonos a lo grande.

O simplemente puede ir a tocar la puerta de alguien más que sea menos ateo que yo."

Si, una contestación quizá no cordial, pero hay días en que simplemente no podemos poner una sonrisa en el rostro, y en un intento de no azotar la puerta en la cara de aquellos entes flotantes uno se esfuerza por decir en buenas palabras "no me interesa nada de lo que habla", pero al final, gracias al sueño, hambre, resaca u otros atenuantes la respuesta cambia de tono conforme sigues viendo una sonrisa permanente delante de ti de una persona que considerarías buena si no insistiera y si esa sonrisa en el rostro no fuera tan hipócrita.

Ahora, ¡¡Adivinen a qué tipo de personas me refiero!!

Los famosos Testigos de Jehová.

Miren, mi naturaleza  me incita a quejarme, a poner en tela de juicio los comportamientos poco racionales de ciertas gentes que bien me importaría tanto como si en China hay viento de 5 km/hr o de 3 km/hr, pero tiendo a implicarme cuando esas "gentes" se entrometen en mi vida.

A estas alturas uno se pone medio paranoico los domingos por la mañana cada vez que suena el timbre, por que hay una gran probabilidad de que sean estos seres pertenecientes a una secta cuyo único objetivo es simplemente lavar el cerebro, venderte la idea de un Dios y la advertencia de que si no tocas una Biblia en tu vida diario te irás al infierno, claro todo esto sin que falte la sonrisa en sus labios.

Me pregunto si esa felicidad permanente que los ha de dejar con las mejillas entumecidas el resto del día es para hacernos creer que son felices, completamente felices incluso levantandose a horas ilegales de la mañana en domingo, que si uno pertenece a esa suciedad secreta, perdón, sociedad secreta, vamos a estar siempre felices y "bien vestidos", que los problemas de la vida diaria son nada debido a que el libro que se enorgullecen en citar cada cinco segundos les asegura una mejor vida después de esta, que algún día, la imagen de las personas en un paraíso va a ser de ellos mismos corriendo por el campo como Heidi en los Alpes.

Y es que lo que más me sorprende es que no importa lo que uno les diga, educada o mal-educadamente, la sonrisa no se va (lo cual me exaspera), ¿Qué acaso nunca tienen problemas o simplemente su religión les prohibe deprimirse o enojarse de vez en cuando?, ¿Qué de malo tienen las emociones humanas que simplemente no se permiten sentirlas o vivirlas?, ¿Cómo pueden mantener esa sonrisa a esas horas de la mañana por más de cinco segundos?, algo que yo jamás lograría... al menos que vea algo gracioso.

Soy atea 100% libre de pensamiento, sin libros que me digan que no importa lo que haga, voy a ir al infierno, libre de ser como soy, ser una persona buena por decisión propia, porque simplemente quiero vivir en paz y dejar vivir en paz a los demás, que piensa que sin religión el mundo sería un mejor lugar para vivir y que si se me da la gana, río o lloro, me enojo o me entriztesco, respondo o callo, peleo o juego, pero por mis propias convicciones y no porque "debería" hacerlo, que no tengo idea de lo que hay después de la muerte, que lo considero como la otra mitad de la vida y que no espero nada fantasioso así que ¿porqué no disfrutar mi estancia en esta tierra por ahora?, ¿y si al final no hay nada, no paraíso, no hay Alpes verdes ni pumas vegetarianos? y si los hay, ¿porqué perder la primer mitad de la vida?

No voy por la vida despertando a las personas a horas irracionales para decirles la locura que abunda en mi cabeza, sólo porque crea que deben de ser igual que yo, todos tienen la libertad de vivir la vida como quieran, claro, sin dañar a terceros, así que, ¿porqué no se conforman con ser los creyentes de sus religiones y dejan a los demás dormir los domingos?, si en verdad a la demás gente le interesara, se levantaría e iría a la iglesia o templo que hay más que hospitales en una colonia.

En verdad, hay que dejar dormir al prójimo para poder vivir en paz... RAmen.