lunes, marzo 07, 2011

Tuve Una Epifanía

... de hecho fue solo insomnio.

Después de más de un mes de dormir menos de cinco horas cada día por aquella maldición que dice: La nacida en condiciones nada trascendentales no dormirá como todos los demás y... después ya no puse atención, me llegó una idea.

Se han puesto a pensar que los ateos somos como los X men: Solcialmente somos medio rechazados por pensar de forma diferente (lo de siempre), por no necesitar de un ente superior, por creer más en nosotros mismo que en algo inexistente y todas las demás actitudes que tenemos muy en contra de los creyentes que nos rodean. De alguna forma vamos caminando sintiéndonos una minoría.

Pero más bien creo que si nos metiéramos a "Cerebro" (no el ratón) con un profesor Xavier y que nos enseñara los puntitos rojos y los puntitos blancos veríamos que somos más aquellos que no pertenecemos fielmente a una doctrina religiosa, y con ello incluyo a los que son ateos de closet.

He conocido a bastantes personas que se dicen creyentes solo por si a caso, es decir, que es más una costumbre o porque les enseñaron a que tenían que creer en algo, lo cual no necesariamente quiere decir que en verdad crean. Punto para los ateos.

Las costumbres pesan más que las razones pero no tienen bases en nuestro sistema operativo, es por eso que si todos dejáramos de cargar las costumbres sobre nuestras espaldas, nos daríamos cuenta de que somos más aquellos que no tenemos fe en la fe. Curioso.

Los ateos de closet son algo bien curioso (o patético, dependiendo como lo quieran ver) porque no se atreven a decir que no creen en nada por temor al rechazo o el miedo a tomar conciencia de que cada uno rige su vida, que no hay un Dios que te ama u odia (depende el caso), pero en su interior saben que su fe es un mito, una idea plantada en el primer nivel de sueño y que por lógica saben que aquello no es cierto, pero no lo dicen.

Personalmente hablando, en mi caso, el creer era más una costumbre que afortunadamente mis padres no llevaban más allá de llevarme a misa solo en las fechas importantes y de vez en cuando rezar por las noches y yo lo hacía porque ellos lo hacían.

En  mi infancia la religión no tuvo un papel realmente importante por lo que me daba igual rezar o no hacerlo. Cuando llegó la adolescencia y me adentré al mundo de libros y caminar entre las neblinas matinales (aquellos preciosos años en que el invierno no era un mito) y cuando me percaté de que prefería quedarme en casa viendo una buena película en vez de asistir a misa  entendí que mi fe no era fe sino costumbre, entonces en aquella época de mejillas sonrosadas y miradas inocentes vi cuan corrompido estaba el sistema religioso (no te molestes Jebús, es la pura verdad).

Ahora, que si piden mi opinión, recomiendo que en cuanto se presente el insomnio lo noqueen con aquellas cápsulas para la gripe, esas que tiene un centro líquido y son verdes o moradas, esas te duermen porque te duermen.

PD. El que me dirija a Jebús no es hipocresía, creo que se llama esquizofrenia eso de escuchar voces de personas que no están o no existen.

4 comentarios:

Lobita Nocturna dijo...

Me recuerdas a Descartes, y él me recuerda a tí cada vez que la loca de mi maestra de Filosofía nos habla de las teorías filosoficas. Por algún tiempo pude haberme considerado como atea de clóset, no porque pregonara a los cuatro vientos que era creyente cuando no era verdad, sino porque duré un tiempo en que no era capaz de creer en NADA (ahí va lo de Descartes). Ahora puede decirse que soy atea, mas no por no ser creyente, sino porque opino que las doctrinas que se enseñan en las religiones están más lenas de trampas que mi examen final de Precálculo. Chao!!
P.D Antes de dormirte tómate un té de 7 flores (así se llama, eh) y cuenta borreguitos o lee Diálogos de Platón. Así, o te duermes como bebé, o dejas de divagar.

Mar dijo...

Creo que más que trampas son contradicciones.

Sobre tu consejo, lo dices porque te preocupa mi salud, ¿verdad?

Saludos.

Anónimo dijo...

Hola, Marcia!

“Religare” significa volver a unir, volver a ser uno. De esa forma, me considero religiosa. Incluso practico la oración, si puede considerársele así a prender unas velas y repasar poemas de A. Nervo y K. Gibrán.

Son muy pocos los otros panteístas que conozco, y aún así diferimos muchísimo en nuestros pensamientos. Sin embargo lo que había pensado, en mi caso, es que siento mi “religión” una mayoría, de hecho, el absoluto. Con o sin fe en Dios, todos creen en algo: en lo que entienden como realidad. En mi panteísmo, todos los aspectos de la realidad, incluyendo a las personas mismas, son de naturaleza divina. Mi conclusión “extraña e ilógica” es que “todos creen en Dios”.

Esto no significa que piensen como yo, que “Dios es todo”, o siquiera que lo llamen Dios, pero aceptan y tratan de entender sus partes. Inevitablemente…

Saludos.

Mar dijo...

Estoy totalmente de acuerdo en que todos necesitamos creer en algo, no precisamente se le puede llamar Dios, sino simplemente puede ser "algo", porque la palabra Dios encierra aquel ser poderoso y suprior al ser humano y etcétera, etcétera.

Igual con las oraciones, otros lo llaman mantras o ideas positivas o palabras con cargas energéticas si lo llamamos oraciones a todo eso, pues todos rezamos, aunque popularmente aquella palabra lleva a pensar en al más cercano a doctrina.

Excelente forma de hacer oración, Ana Eel.

Saludos.